Mi pequeño homenaje a una mujer cuya historia siempre me cautivó.
Heads you live, tails you die...
El empiezo
Domino nació en agosto del ’69. Su padre era la conocida estrella del cine inglés Laurence Harvey y su madre la ex supermodelo Paulene Stone. La muerte de su padre cuando este tenia 45 años debido a un cáncer, marcó increíblemente la vida de Domino que todavía era pequeña. Su padre le dejó a ella y a su madre una pequeña fortuna que garantizaría a ambas una buena vida rodeada de lujos. Pero eso no era suficiente para Domino…
Estudió en los mejores colegios británicos, pero su espíritu rebelde hizo que la expulsasen de casi todos los centros donde estudiaba debido a peleas. A temprana edad descubrió que prefería jugar con pistolas que con muñecas.
El principio de su carrera
Aunque cuesta creer, Domino empezó siendo modelo, al igual que su madre, en una prestigiosa academia londinense llamada Ford durante su adolescencia. Pasado esto decidió que aquello no era lo suyo y se fue a buscar la vida a Los Angeles con su cabeza rapada al cero.
Su vida en Los Angeles
Aquí, empezó a trabajar de DJ en locales, pero su cuerpo pedía adrenalina. Se hizo bombero voluntario en la frontera con México. En este ambiente empezó a tener contacto con la vida de cazarrecompensas y a conocer gente en el “mundillo”. Su busca incesante de aventuras y adrenalina, su niñez marcada por la muerte de su padre, su inaptitud social y su espíritu libre impulsó a meterse de lleno en esta vida.
Cazar recompensas
Su trabajo como bombero la llevó a relacionarse con la agencia de cazadores de recompensas Celes King Bail Bonds donde conoció a los que serían sus dos compañeros de aventuras: Ed Martinez y Choco. Su vida entonces se convirtió en una especie de serie de televisión, habitaciones de motel, planos militares, cuartuchos llenos de traficantes. Lamentablemente, en su vida no eran solo peligrosas las AK47 de los traficantes de droga a los que detenía, también lo que comercializaban. Domino se hizo adicta a la heroína y por esto estuvo ingresada en clínicas de desintoxicación hasta tres veces. También fue arrestada por posesión y tráfico de metanfetaminas.
Su vida hecha película
En 1998, Domino Harvey vendió su historia a Tony Scott, un director estadounidense que llevaba años fascinado con la historia de la bountyhunter. El director tuvo innumeras entrevistas con Domino, y trató de enseñar en la película su espíritu libre, mas que realmente su vida, de ahí que la historia tenga ciertos toques irreales como son el presunto reality show que protagoniza Domino y sus dos compañeros, entre otras cosas. La actriz escogida por el director para desempeñar el papel de la cazarrecompensas es Keira Knightley ya que como Domino era hermosa, rubia, inglesa y además sabía transmitir al público la fuerza, el carácter y la personalidad de Domino. Su amigo Choco fue interpretado por Edgar Ramírez y Ed por el actor Mickey Rourke.
Su muerte
Con 36 años Domino había vivido con rapidez, había experimentado con todo tipo de emociones y ya no le quedó tiempo para poder ver la película que contara su propia vida. Domino Harvey murió en la bañera de su casa de una sobredosis presuntamente accidental de Fentanyl, un calmante al que suele describirse como “ocho veces más potente que la morfina”. Siempre jugó fuerte. Su madre le decía que si seguía tocando puertas algún día se encontraría con una pistola en el otro lado. Algo así sería su final. Una pistola disparada en cada ocasión que se jugó la vida y que finalmente le acertó en el momento en que menos lo esperaba. Estaba terminando rehabilitación y estaba limpia. Había esperanzas para el juicio (era consumidora no traficante) y se sentía emocionada con la película. Su vida iba llenándose nuevamente de emociones de otro tipo. Tony Scott por respeto no quiso incluir la muerte de Domino en la cinta y esta se convirtió en un homenaje póstumo.
Una de las frases que quedaron grabadas en las conversaciones con Tony Scott fue Heads you live, tails you die. (Cara vives, cruz mueres). Un juego permanente que tarde o temprano perdió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario